Grex Traumatología

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Cirugía columna

Cada año, la Unidad de Columna avanzada del grupo GREX en A Coruña, ayuda a cientos de pacientes con afecciones de la espalda y el cuello que van desde las más comunes a las más complejas.

Está formada por un grupo consolidado de especialistas en cirugía de columna vertebral con amplia experiencia en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que afectan a la columna cervical, dorsal y lumbar, brindando los tratamientos médicos y quirúrgicos más recientes, innovadores y efectivos disponibles.

Cirugía columna

Técnicas

ENDOSCOPIA DE COLUMNA

Técnica novedosa y prometedora en el ámbito de la traumatología, que ha revolucionado la forma en que se abordan las hernias discales.

ARTRODESIS LUMBAR 3D

Se utiliza una tecnología de navegación tridimensional para guiar la introducción precisa de tornillos transpediculares en la columna lumbar.

PROTESIS DE DISCO CERVICAL

Introducción de una prótesis en el disco intervertebral dañado, en lugar de realizar una fusión vertebral tradicional.

ARTRODESIS CERVICAL

Técnica quirúrgica empleada en el tratamiento de problemas cervicales, específicamente en la columna vertebral.

RADIOFRECUENCIA E INFILTRACIONES

El tratamiento del dolor lumbar crónico mediante el uso de la rizólis o radiofrecuencia, una alternativa efectiva para aliviar el dolor en la columna lumbar.

CIFOPLASTIA Y VERTEBROPLASTIA

Son dos técnicas quirúrgicas avanzadas, utilizadas para tratar estas fracturas vertebrales y aliviar el dolor asociado.

ENDOSCOPIA DE COLUMNA

La endoscopia de columna, una técnica novedosa y prometedora en el ámbito de la TRAUMATOLOGIA, y ha revolucionado la forma en que se abordan las hernias discales. Esta técnica mínimamente invasiva permite acceder al interior de la columna vertebral con una pequeña incisión, reduciendo los riesgos asociados con la cirugía convencional y acelerando la recuperación del paciente.

En esencia, la endoscopia de columna consiste en insertar un endoscopio, un tubo delgado con una cámara en el extremo, a través de una pequeña incisión en la piel. Este endoscopio proporciona imágenes en tiempo real del área afectada, permitiendo al cirujano visualizar y tratar la hernia discal con mayor precisión. Las indicaciones para la cirugía endoscópica de columna incluyen hernias discales, estenosis espinal y otras afecciones que causan compresión nerviosa. A diferencia de la cirugía convencional, que implica una incisión más grande y la separación de tejidos musculares y óseos, la endoscopia conserva la estructura alterada, lo que se traduce en menos dolor, menor tiempo de recuperación y menor riesgo de complicaciones.

En términos de resultados, la cirugía endoscópica de columna ha demostrado ser igualmente efectiva que la cirugía convencional en el tratamiento de hernias discales. Los pacientes a menudo experimentan un alivio rápido del dolor y una mejora en la función después de la cirugía. Además, la recuperación es más rápida, ya que la incisión pequeña minimiza el trauma en los tejidos entrecruzados.

Cirugía columna
En comparación con la cirugía convencional, la endoscopia de columna presenta numerosas ventajas. Además de la menor invasión, el tiempo de hospitalización se reducirá significativamente, generalmente requiriendo solo una estancia corta o incluso la posibilidad de cirugía ambulatoria. El dolor posoperatorio también suele ser menos intenso, lo que contribuye a una recuperación más cómoda. En el caso específico de la discectomía endoscópica de columna lumbar para tratar una hernia discal, el tiempo de ingreso hospitalario es típicamente breve, a menudo solo de unas pocas horas a un día. En cuanto al dolor posoperatorio, este suele ser menos intenso en comparación con la cirugía convencional, y se controla eficazmente con medicamentos. En términos de retorno a la actividad laboral, la recuperación después de una cirugía de hernia discal con discectomía endoscópica es generalmente más rápida que con la cirugía tradicional. Dependiendo de la naturaleza del trabajo y de la evolución individual de cada paciente, muchas personas pueden regresar a trabajos sedentarios en cuestión de semanas, mientras que las actividades más físicas pueden requerir un poco más de tiempo de recuperación. En resumen, la endoscopia de columna representa un avance significativo en el tratamiento de las hernias discales. Sus beneficios en términos de menor invasión, recuperación más rápida y menor dolor posoperatorio la personalizada en una opción atractiva para aquellos que buscan alivio de las afecciones de la columna vertebral. Siempre es importante discutir todas las opciones con un médico antes de tomar una decisión sobre el tratamiento.

ARTRODESIS LUMBAR

Cirugía columna

La artrodesis lumbar posterior de columna guiada por un sistema de navegación 3D es una técnica avanzada utilizada para tratar afecciones de la columna vertebral, como la hernia discal o la degeneración discal lumbar. En esta técnica, se utiliza una tecnología de navegación tridimensional para guiar la introducción precisa de tornillos transpediculares en la columna lumbar.
La técnica consiste en utilizar imágenes de alta resolución, como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, para crear un modelo tridimensional detallado de la columna del paciente. Este modelo se carga en un sistema de navegación 3D, que permite al cirujano planificar la cirugía de manera precisa antes de ingresar al quirófano. Durante la cirugía, el sistema de navegación proporciona información en tiempo real sobre la posición exacta de los instrumentos y tornillos en relación con la anatomía del paciente, garantizando una colocación precisa.
Las ventajas de utilizar un sistema de navegación son múltiples. La precisión aumenta significativamente, lo que disminuye el riesgo de dañar los nervios u otras estructuras durante la inserción de los tornillos transpediculares. Además, al reducir la necesidad de radiación intraoperatoria, se mejora la seguridad tanto para el paciente como para el equipo médico.
En cuanto a la duración de la cirugía, el tiempo puede variar según la complejidad del caso, pero en general, una artrodesis lumbar posterior guiada por navegación 3D puede durar entre 2 y 4 horas aproximadamente. Después de la cirugía, el paciente suele permanecer hospitalizado durante 1 o 2 días para observación y manejo del dolor. El posoperatorio puede involucrar el uso de férulas o corsés y fisioterapia para ayudar en la recuperación.
La reincorporación a la vida laboral depende de varios factores, como la naturaleza del trabajo, la velocidad de recuperación del paciente y las indicaciones del cirujano. En general, los trabajos de oficina pueden permitir la reincorporación a las 2-6 semanas después de la cirugía, mientras que los trabajos más requeridos pueden requerir más tiempo, en torno a las 6-12 semanas.

En resumen, la artrodesis lumbar posterior de columna guiada por un sistema de navegación 3D es una técnica avanzada que ofrece precisión y seguridad en la inserción de tornillos transpediculares en la columna lumbar. Aunque la duración de la cirugía y el tiempo de recuperación pueden variar, esta técnica proporciona una opción efectiva para el tratamiento de afecciones de la columna vertebral, permitiendo que los pacientes vuelvan a sus actividades cotidianas con una interrupción menor.

PRÓTESIS DE DISCO CERVICAL

La prótesis de disco cervical es una técnica quirúrgica innovadora que ofrece una solución eficaz para los problemas cervicales. Esta intervención consiste en la introducción de una prótesis en el disco intervertebral dañado, en lugar de realizar una fusión vertebral tradicional. Las indicaciones para esta cirugía suelen ser casos de hernias de disco, degeneración discal o estenosis cervical, cuando el tratamiento conservador no ha proporcionado alivio.
Una de las principales ventajas de la prótesis de disco cervical es que preserva el movimiento natural del cuello, a diferencia de la fusión que limita la movilidad. La prótesis se coloca entre las vértebras y permite el movimiento articulado. Esto minimiza el estrés en los discos adictivos y mantiene la flexibilidad cervical.
El postoperatorio de esta cirugía tiende a ser menos doloroso y más corto que el de una fusión vertebral. La mayoría de los pacientes requieren un breve período de hospitalización y pueden experimentar cierta incomodidad en el cuello durante las primeras semanas. El tiempo de recuperación varía según la persona, pero muchas personas pueden retomar actividades livianas dentro de las primeras semanas después de la cirugía.
En cuanto a la reincorporación a la vida laboral, depende del tipo de trabajo y la recuperación individual. Los trabajos sedentarios o que no involucran levantar objetos pesados ​​suelen permitir la vuelta al trabajo en unas pocas semanas. Para trabajos más exigentes, puede ser necesario esperar más tiempo y seguir las recomendaciones del cirujano.

En resumen, la prótesis de disco cervical es una técnica quirúrgica que ofrece una alternativa avanzada a la fusión vertebral. Sus indicaciones van desde hernias de disco hasta estenosis cervical. Sus ventajas incluyen preservar el movimiento natural, un posoperatorio menos doloroso y una recuperación más rápida. Muchas personas pueden retomar actividades ligeras en unas pocas semanas. Es importante seguir las indicaciones médicas para lograr una recuperación óptima.

ARTRODESIS CERVICAL

La artrodesis cervical anterior es una técnica quirúrgica empleada en el tratamiento de problemas cervicales, específicamente en la columna vertebral. Esta intervención consiste en fusionar dos o más vértebras cervicales utilizando implantes y materiales especiales. A diferencia de la prótesis de disco cervical, que busca conservar el movimiento natural entre las vértebras, la artrodesis busca inmovilizar la zona afectada para aliviar el dolor y estabilizar la columna.
Una de las ventajas de la artrodesis cervical anterior es su eficacia en el tratamiento de condiciones como hernias de disco, espondilosis, espondilolistesis y estenosis espinal, entre otras. Al eliminar el movimiento en la zona afectada, se reduce la presión sobre los nervios y disminuye el dolor. Además, esta técnica es especialmente útil cuando el movimiento excesivo entre las vértebras agrava los síntomas.
Las indicaciones para realizar una artrodesis cervical suelen estar relacionadas con condiciones debilitantes que no responden a tratamientos conservadores como fisioterapia, medicamentos y terapias. Cuando el dolor crónico y las limitaciones funcionales impactan negativamente en la calidad de vida del paciente, la cirugía puede ser considerada.
En cuanto al postoperatorio, el proceso de recuperación varía según la persona y la complejidad de la cirugía. Los pacientes suelen experimentar dolor y molestias en el área intervenida durante las primeras semanas. Se recomienda el uso de collarín cervical para inmovilizar la región y permitir la cicatrización. La fisioterapia puede ser parte integral del proceso de rehabilitación, ayudando a recuperar la fuerza y ​​la movilidad.
El tiempo de recuperación y la reincorporación a la vida laboral depende de varios factores, como la salud general del paciente, la naturaleza de la cirugía y el tipo de trabajo que realiza. En general, algunos pacientes pueden volver a realizar tareas livianas después de unas semanas, mientras que otros pueden necesitar varios meses para una recuperación más completa antes de regresar a actividades laborales más demandantes.

En resumen, la artrodesis cervical anterior es una técnica quirúrgica efectiva para tratar problemas cervicales que no responden a tratamientos conservadores. Aunque limita el movimiento en la zona tratada, puede aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida en pacientes con afecciones graves. La decisión entre artrodesis y prótesis de disco cervical debe basarse en la evaluación detallada de cada caso por parte del equipo médico. El proceso de recuperación varía, pero la rehabilitación adecuada y el seguimiento médico son esenciales para lograr resultados exitosos.

Cirugía columna

RADIOFRECUENCIA E INFILTRACIONES

El tratamiento del dolor lumbar crónico ha experimentado avances significativos en los últimos años. Una de las técnicas prometedoras es la rizólisis o radiofrecuencia, que ofrece una alternativa efectiva para aliviar el dolor en la columna lumbar. La rizólisis implica la aplicación de calor mediante radiofrecuencia en los nervios que transmiten las señales de dolor en la columna lumbar. Estos nervios, llamados nervios facetarios, son responsables de transmitir las sensaciones dolorosas desde las articulaciones de la columna hacia el cerebro. El procedimiento se realiza mediante la inserción de una aguja cerca de los nervios afectados, y luego se aplica calor de alta frecuencia para lesionar de manera controlada estas fibras nerviosas.
Una de las ventajas clave de la rizólisis es su capacidad para proporcionar alivio del dolor a largo plazo. Al lesionar los nervios que transmiten señales dolorosas, se reduce la sensación de dolor en la zona lumbar. Esta técnica es especialmente útil en casos de dolor crónico que no han respondido bien a otros tratamientos convencionales, como terapia física o medicamentos.
Las indicaciones para la rizólisis suelen incluir casos de dolor lumbar crónico de origen facetario, espondilosis, hernias discales o lesiones degenerativas de la columna. Sin embargo, es importante que un médico especializado evalúe cada caso de forma individual para determinar si el paciente es un candidato adecuado para este procedimiento.
La recuperación después de un tratamiento de rizólisis o radiofrecuencia en la columna lumbar suele ser relativamente rápida. La mayoría de los pacientes pueden volver a sus actividades normales en poco tiempo, aunque es posible que se recomiende evitar actividades extenuantes durante unos días después del procedimiento. Puede haber una ligera incomodidad en el sitio de la inyección, pero esto generalmente desaparece en pocos días.

En resumen, la rizólisis o radiofrecuencia es una técnica prometedora para el tratamiento del dolor lumbar crónico. Al lesionar los nervios que transmiten señales dolorosas en la columna lumbar, esta técnica puede brindar alivio a largo plazo y mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes que sufren de dolor lumbar persistente. Como en cualquier procedimiento médico, es importante que los pacientes sean evaluados por un profesional de la salud antes de decidir el mejor enfoque de tratamiento para su situación específica.

CIFOPLASTIA Y VERTEBROPLASTIA

Las fracturas vertebrales son lesiones dolorosas y debilitantes que surgen a muchas personas, especialmente a medida que envejecen.
La cifoplastia y la vertebroplastia son dos técnicas quirúrgicas avanzadas utilizadas para tratar estas fracturas y aliviar el dolor asociado. Son procedimientos mínimamente invasivos que tienen como objetivo restaurar la altura vertebral y aliviar el dolor causado por fracturas por compresión. Ambos procedimientos implican la inyección de cemento ortopédico en el interior del hueso vertebral fracturado, lo que refuerza la estructura debilitada y proporciona estabilidad.
La elección entre cifoplastia y vertebroplastia depende del estado de salud del paciente y de la gravedad de la fractura. Ambos procedimientos se realizan bajo anestesia local o sedación consciente, lo que permite al paciente estar cómodo y despierto durante la cirugía.
El tiempo de recuperación varía según el paciente y el tipo de procedimiento realizado. En general, después de la cifoplastia o la vertebroplastia, el paciente siente alivio inmediato o casi inmediato del dolor. Sin embargo, se recomienda evitar actividades extenuantes durante las primeras semanas posteriores a la cirugía para permitir que el cemento se endurezca completamente y el hueso sano adecuadamente.
La incorporación de actividades normales en la vida cotidiana después de la cifoplastia o la vertebroplastia es gradual. En las primeras semanas, se recomienda evitar levantar objetos pesados, realizar movimientos bruscos o participar en actividades que ejercen presión en la columna vertebral. El médico confeccionó pautas específicas según la condición del paciente.

En conclusión, la cifoplastia y la vertebroplastia son técnicas quirúrgicas efectivas y de recuperación relativamente rápida para el tratamiento de fracturas vertebrales. Ofrecen alivio del dolor y mejoran la calidad de vida de los pacientes afectados. Siempre es esencial seguir las indicaciones del médico en cuanto a la recuperación y la reintegración de actividades normales para asegurar una recuperación óptima y duradera.

Cirugía columna

Patologías

HERNIA DISCAL LUMBAR

La hernia discal en la columna lumbar es una afección que puede generar síntomas dolorosos y limitantes.

HERNIA DISCAL CERVICAL

Se produce cuando el núcleo pulposo, se desplaza o se sale de su posición normal, ejerciendo presión sobre las raíces nerviosas cercanas.

ARTROSIS FACETARIA

La artrosis facetaria es una afección que afecta a las articulaciones facetarias de la parte posterior de la columna vertebral.

DOLOR LUMBAR CRÓNICO

Se utiliza una tecnología de navegación tridimensional para guiar la introducción precisa de tornillos transpediculares en la columna lumbar.

FRACTURAS VERTEBRALES

A medida que envejecemos, la densidad ósea disminuye, aumentando el riesgo de fracturas por debilidad en las vértebras.

ESTENOSIS DE CANAL

La estenosis del canal lumbar se caracteriza por el estrechamiento del canal vertebral en la región lumbar de la columna vertebral.

HERNIA DISCAL LUMBAR

Cirugía columna

La hernia discal en la columna lumbar es una afección dolorosa que afecta a numerosas personas en todo el mundo. Esto ocurre cuando el núcleo pulposo, una sustancia gelatinosa que se encuentra en los discos intervertebrales de la columna vertebral, se sale de su posición y ejerce presión sobre los nervios cercanos. Puede manifestarse en diferentes zonas de la columna lumbar, siendo las regiones L4-L5 y L5-S1 las más comunes.

Los síntomas de una hernia discal lumbar varían según la ubicación y la presión ejercida sobre los nervios. A menudo, los pacientes experimentan dolor agudo o crónico en la zona lumbar, que puede irradiar hacia las nalgas, las piernas e incluso los pies. Acompañado de este dolor, pueden surgir hormigueo, adormecimiento y debilidad muscular en las áreas afectadas.
El diagnóstico de la hernia discal se basa en una combinación de historia clínica, examen físico y pruebas de diagnóstico por imágenes. La resonancia magnética es una herramienta fundamental para visualizar los discos y los nervios afectados, permitiendo una evaluación precisa de la ubicación y la gravedad de la hernia.

El tratamiento de la hernia discal puede ser conservador o quirúrgico. En casos leves a moderados, se suele optar por un enfoque conservador que incluye reposo relativo, fisioterapia, analgésicos y antiinflamatorios para reducir el dolor y la inflamación. Además, los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento pueden ayudar a mejorar la condición con el tiempo.
En situaciones en las que el dolor persiste y afecta significativamente la calidad de vida del paciente, la cirugía endoscópica de columna se considera una opción. Este procedimiento menos invasivo permite al cirujano acceder al sitio afectado a través de pequeñas incisiones. La cámara y las herramientas quirúrgicas se introducen en el área, lo que minimiza el daño a los tejidos circundantes. La recuperación suele ser más rápida en comparación con las cirugías abiertas tradicionales.

Después de la cirugía, el posoperatorio implica un período de rehabilitación que incluye ejercicios específicos para fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la flexibilidad. La reincorporación a la vida laboral varía según la naturaleza del trabajo y la gravedad de la hernia. En trabajos sedentarios, es posible regresar en unas pocas semanas, mientras que en trabajos requeridos, el tiempo de recuperación puede ser más prolongado.

En conclusión, la hernia discal en la columna lumbar es una afección que puede generar síntomas dolorosos y limitantes. El diagnóstico preciso es esencial para determinar el enfoque de tratamiento adecuado. Tanto las opciones conservadoras como la cirugía endoscópica de columna tienen sus propios beneficios y consideraciones. La rehabilitación y la reincorporación gradual al trabajo son componentes clave para lograr una recuperación exitosa y una mejora en la calidad de vida del paciente.

HERNIA DISCAL CERVICAL

La hernia discal cervical es una afección que afecta a la columna vertebral, específicamente en la región del cuello. Se produce cuando el núcleo pulposo, una sustancia gelatinosa que se encuentra en el interior de los discos intervertebrales, se desplaza o se sale de su posición normal, ejerciendo presión sobre las raíces nerviosas cercanas. Esta condición puede causar dolor intenso y otros síntomas que empeoran la calidad de vida de quienes la padecen.
La hernia discal cervical suele estar localizada en las vértebras C5-C6 y C6-C7, que corresponden a las últimas vértebras cervicales y la primera vértebra dorsal. Estas áreas son especialmente vulnerables debido a la movilidad y carga que soportan. En cuanto a la edad, aunque puede ocurrir en cualquier momento de la vida, es más común en personas entre los 30 y 50 años, cuando los discos intervertebrales comienzan a desgastarse gradualmente.
Los síntomas varían según la ubicación y la gravedad de la hernia, pero suelen incluir dolor en el cuello, hombros y brazos, sensación de hormigueo o debilidad en los brazos, y en casos más graves, dificultad para mover los brazos y manos. Además del examen físico, se utilizan pruebas de diagnóstico por imágenes como la resonancia magnética (RM) para confirmar la presencia de una hernia discal y evaluar su gravedad.
El tratamiento de la hernia discal cervical puede ser conservador o quirúrgico. En muchos casos, se opta por el tratamiento conservador primero, que incluye reposo, fisioterapia, medicamentos para el dolor y antiinflamatorios, así como ejercicios específicos para fortalecer la musculatura cervical y mejorar la postura.
Si el tratamiento conservador no alivia los síntomas o si la hernia discal es grave, se puede considerar la cirugía. Dos enfoques comunes son la prótesis de disco cervical y la artrodesis cervical anterior. La prótesis de disco cervical implica reemplazar el disco dañado por un implante artificial que conserva el movimiento natural de la columna en ese segmento. La artrodesis cervical anterior implica fusionar las vértebras afectadas utilizando un injerto óseo o un material sintético para eliminar el movimiento en la región y aliviar la presión sobre los nervios.
La recuperación y el posoperatorio varían según el tipo de cirugía. En el caso de la prótesis de disco cervical, la recuperación puede ser más rápida y menos dolorosa, permitiendo un retorno temprano a las actividades cotidianas. En la artrodesis cervical anterior, la recuperación puede llevarse a cabo más tiempo debido a la necesidad de que los huesos fusionados sanen correctamente.

Cirugía columna

artrosis FACETARIA

La artrosis facetaria es una afección que afecta a las articulaciones facetarias de la columna vertebral. Estas articulaciones se encuentran en la parte posterior de la columna y son responsables de la movilidad y estabilidad de la misma. Con el paso del tiempo y el desgaste natural, estas articulaciones pueden desarrollar artrosis facetaria, una condición dolorosa que puede limitar la calidad de vida de quienes la padecen.
La artrosis facetaria generalmente comienza a manifestarse a partir de los 40 años, aunque en algunos casos puede ser antes. A medida que envejecemos, los cartílagos que recubren las superficies articulares se desgastan, lo que puede llevar a la fricción entre los huesos y al crecimiento anormal de los bordes óseos, conocidos como osteofitos. Estos cambios pueden provocar dolor, rigidez y dificultad para moverse.
Los síntomas más comunes de la artrosis facetaria incluyen dolor en la espalda baja que puede irradiar hacia las nalgas y los muslos, rigidez en la columna, y dificultad para doblarse o girar. El dolor tiende a ser más intenso después de períodos de inactividad o al realizar movimientos repetitivos. La artrosis facetaria también puede provocar espasmos musculares en la espalda.
El diagnóstico de la artrosis facetaria suele basarse en la historia clínica del paciente, los síntomas que experimenta y los resultados en los estudios de imagen, como radiografías y resonancias magnéticas. En algunos casos, se pueden realizar bloqueos anestésicos o infiltraciones en las articulaciones facetarias para confirmar si el dolor disminuye temporalmente después del procedimiento. Además, la ecografía y la radiografía también pueden utilizarse para guiar las infiltraciones de manera precisa.
El tratamiento de la artrosis facial suele incluir enfoques conservadores, como la fisioterapia, el uso de analgésicos y antiinflamatorios, así como modificaciones en el estilo de vida, como la pérdida de peso y el fortalecimiento muscular. Cuando estos métodos no alivian el dolor de manera efectiva, los bloqueos anestésicos o las infiltraciones guiadas por ecografía o radiofrecuencia pueden ser considerados. Los bloqueos facetarios consisten en la inyección de un anestésico local y un corticoide en la articulación facetaria para aliviar temporalmente el dolor. Las infiltraciones guiadas por ecografía o radiofrecuencia también pueden ofrecer alivio sostenido al destruir el nervio que transmite la señal de dolor desde la articulación.
La recuperación después del tratamiento con radiofrecuencia o bloqueo facial puede variar según el paciente y la gravedad de la afección. En general, después de un bloqueo facial, es posible que se experimente un alivio temporal del dolor, y los pacientes pueden retomar gradualmente sus actividades normales. En el caso de la radiofrecuencia, el alivio del dolor puede ser más duradero, pero es importante seguir las pautas del médico en cuanto a la actividad física y el cuidado post-tratamiento.

En conclusión, la artrosis facetaria es una condición que afecta a las articulaciones de la columna vertebral, provoca dolor y rigidez en la espalda baja. Se presenta generalmente en personas mayores de 40 años debido al desgaste natural de las articulaciones. El diagnóstico se realiza a través de la evaluación clínica y los estudios de imagen, y el tratamiento puede incluir desde medidas conservadoras hasta bloqueos anestésicos o infiltraciones guiadas por ecografía o radiofrecuencia, dependiendo de la situación del paciente. La recuperación después del tratamiento también puede variar, pero en muchos casos, estos enfoques pueden proporcionar un alivio significativo y mejorar la calidad de vida de quienes padecen esta condición.

DOLOR LUMBAR CRÓNICO

Cirugía columna

El dolor lumbar crónico es una afección que afecta a individuos de diversas edades en España. Aunque suele asociarse con el envejecimiento, puede manifestarse desde temprana edad. Se estima que alrededor del 80% de la población española experimentará dolor lumbar en algún momento de sus vidas, y una parte significativa de ellos desarrollará dolor crónico.
La aparición de la lumbalgia puede variar, aunque se observa que las personas de mediana edad y mayores tienen una mayor predisposición debido a los procesos degenerativos que ocurren en las estructuras de la columna vertebral con el tiempo. Sin embargo, el dolor lumbar crónico no discrimina por edad y puede afectar incluso a jóvenes, especialmente aquellos que llevan una vida sedentaria o realizan actividades que ponen presión en la espalda, como levantar objetos pesados ​​de manera incorrecta o adoptar posturas inadecuadas.
Los síntomas del dolor lumbar crónico pueden ser debilitantes, incluyendo dolor persistente y sensación de rigidez en la parte baja de la espalda. A menudo, este dolor se irradia hacia las piernas y puede estar acompañado de sensación de hormigueo o debilidad en las extremidades inferiores.
El diagnóstico del dolor lumbar crónico se basa en la evaluación clínica y en ocasiones en estudios de imagen como radiografías o resonancias magnéticas. Es importante diferenciar entre el dolor lumbar crónico y otras condiciones que pueden presentar síntomas similares. Un diagnóstico preciso es crucial para determinar el enfoque adecuado de tratamiento.
El tratamiento del dolor lumbar crónico se puede abordar de diversas maneras. Las medidas conservadoras son un primer paso esencial e incluyen la educación del paciente sobre posturas y técnicas de levantamiento adecuadas, así como la promoción de un estilo de vida activo y saludable. La fisioterapia desempeña un papel fundamental, ya que los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento dirigidos pueden aliviar el dolor y mejorar la función de la columna vertebral.

En algunos casos, cuando el dolor lumbar crónico no responde adecuadamente a las medidas conservadoras, los bloqueos anestésicos facetarios pueden requerir como una opción de tratamiento. Estos bloqueos implican la inyección de un anestésico local en las articulaciones facetarias de la columna vertebral, que pueden estar contribuyendo al dolor crónico. Estos bloqueos temporales pueden proporcionar alivio y permitir la participación activa en la terapia física y el ejercicio.

En conclusión, el dolor lumbar crónico es una preocupación común en España, evolucionado a una gran parte de la población. Su aparición no está limitada por la edad, y los síntomas pueden ser perjudiciales para la calidad de vida. El enfoque de tratamiento puede variar desde medidas conservadoras y fisioterapia hasta opciones más avanzadas como los bloqueos anestésicos facetarios. La clave radica en la prevención, la educación y la búsqueda de atención médica adecuada para abordar esta afección de manera efectiva.

FRACTURAS VERTEBRALES

Las fracturas vertebrales son lesiones comunes que progresan a la columna vertebral, siendo su incidencia más elevada en la población de mayor edad. En España, como en muchos países, estas fracturas son más frecuentes en mujeres mayores de 50 años. A medida que envejecemos, la densidad ósea disminuye, aumentando el riesgo de fracturas por debilidad en las vértebras. Además, la osteoporosis es uno de los principales factores de riesgo, debilitando los huesos y haciéndolos más probables de fracturarse incluso con un trauma mínimo.
En cuanto a la localización de las fracturas vertebrales, las vértebras más afectadas suelen ser las de la región torácica y lumbar. Estas fracturas pueden manifestarse con dolor intenso en la espalda, limitando la movilidad y deteriorando la calidad de vida del paciente. A menudo, son el resultado de caídas, traumatismos o estrés repetitivo en la columna.
El diagnóstico de las fracturas vertebrales implica una evaluación clínica minuciosa y, en ocasiones, pruebas de imagen como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas. La imagen permite determinar la ubicación, el tipo y la gravedad de la fractura, lo que a su vez guiará el tratamiento adecuado.
En cuanto al tratamiento conservador de las fracturas vertebrales, se busca aliviar el dolor y promover la cicatrización natural del hueso. Esto puede incluir el reposo, el uso de analgésicos, fisioterapia y el uso de ortesis para estabilizar la columna. Además, se recomienda el tratamiento de la causa subyacente, como la osteoporosis, para prevenir fracturas futuras.
En casos más graves o cuando el dolor no mejora con el tratamiento conservador, se puede considerar la intervención quirúrgica. Hay dos procedimientos comunes: la cifoplastia y la vertebroplastia. Ambos implican la inserción de un material especial en la vértebra fracturada para estabilizarla y reducir el dolor. En la cifoplastia, se crea un espacio en la vértebra antes de la inyección del material, mientras que en la vertebroplastia, se inyecta el material directamente.
La recuperación de las fracturas vertebrales varía según la gravedad de la lesión y el tipo de tratamiento. En general, se espera una mejoría gradual del dolor y la movilidad a medida que la fractura cicatriza y el hueso se fortalece. La rehabilitación suele ser necesaria para restaurar la fuerza muscular y mejorar la postura.

Cirugía columna

En resumen, las fracturas vertebrales son comunes en poblaciones de mayor edad, principalmente en mujeres, debido a la disminución de la densidad ósea. Las vértebras torácicas y lumbares son las más afectadas, y las causas pueden ir desde traumatismos hasta osteoporosis. El diagnóstico involucra pruebas de imagen y la elección del tratamiento de la gravedad de la fractura. Ya sea a través de métodos conservadores o procedimientos quirúrgicos como la cifoplastia y la vertebroplastia, la meta es aliviar el dolor y restaurar la calidad de vida de los pacientes afectados. La recuperación es gradual y puede requerir rehabilitación para obtener resultados óptimos.

ESTENOSIS DE CANAL

La estenosis del canal lumbar es una afección común que afecta a la población en general, especialmente a medida que envejecemos. Esta condición se caracteriza por el estrechamiento del canal vertebral en la región lumbar de la columna vertebral. A medida que el canal se reduce, puede comprimir los nervios espinales y causar una serie de síntomas molestos.
La estenosis del canal lumbar tiende a aparecer en personas mayores, generalmente a partir de los 50 años. Sin embargo, también puede presentarse en personas más jóvenes debido a factores congénitos o traumáticos. Las causas más comunes de esta afección incluyen el envejecimiento natural de la columna vertebral, como el desgaste de los discos intervertebrales y el crecimiento óseo anormal. Además, condiciones como la artritis y la hernia discal también pueden contribuir al estrechamiento del canal vertebral.
Los síntomas de la estenosis del canal lumbar suelen manifestarse gradualmente. Los pacientes pueden experimentar dolor en la parte baja de la espalda, así como en las piernas, que se agrava al caminar o estar de pie. Uno de los síntomas característicos de esta afección es la claudicación intermitente. Esto se refiere a la sensación de debilidad y dolor en las piernas después de caminar ciertas distancias, lo que obliga a la persona a detenerse y descansar antes de continuar.
El diagnóstico de la estenosis del canal lumbar generalmente implica una combinación de historia clínica, examen físico y pruebas de diagnóstico por imágenes, como radiografías, resonancias magnéticas y tomografías computarizadas. Estas pruebas ayudan a evaluar el grado de estrechamiento del canal y determinar el mejor enfoque de tratamiento.
En términos de tratamiento conservador, los médicos suelen recomendar fisioterapia, ejercicios de fortalecimiento y estiramiento, así como medicamentos para el alivio del dolor y la inflamación. Los cambios en el estilo de vida, como evitar actividades que desencadenen los síntomas, también pueden ser útiles.
En casos más graves o cuando el tratamiento conservador no proporciona alivio adecuado, se puede considerar la opción quirúrgica. Uno de los enfoques quirúrgicos efectivos es la descompresión endoscópica. En esta técnica, se utiliza un endoscopio para eliminar el tejido que está comprimiendo los nervios espinales, permitiendo así un alivio del dolor y los síntomas. La ventaja de este enfoque es que requiere incisiones mínimas y generalmente resulta en una recuperación más rápida en comparación con la cirugía abierta tradicional.
La recuperación después de una cirugía de descompresión endoscópica varía según el paciente, pero muchas personas experimentan una mejora significativa en sus síntomas en las semanas posteriores a la cirugía. La fisioterapia y los ejercicios supervisados ​​pueden ser parte integral del proceso de recuperación, ayudando a restaurar la fuerza y ​​la función muscular.

En resumen, la estenosis del canal lumbar es una afección que afecta principalmente a la población mayor, provoca síntomas como dolor lumbar y claudicación intermitente. El tratamiento puede variar desde enfoques conservadores hasta intervenciones quirúrgicas como la descompresión endoscópica, que ha demostrado ser efectivo en el alivio de los síntomas y la mejora de la calidad de vida de los pacientes aquejados por esta afección.

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